#48 Arístides Guerrero: un candidato a Ministro que escucha al México que trabaja
Mientras algunos aspirantes a la Suprema Corte de Justicia de la Nación se mantienen en circuitos cerrados de élite, Arístides Guerrero (#48) ha optado por recorrer el verdadero corazón de México: sus trabajadoras y trabajadores. Esta semana, su presencia en Matamoros, Tamaulipas, fue mucho más que una gira de campaña; fue un acto de congruencia con la nueva etapa que vive el Poder Judicial, más cercana al pueblo y a sus causas reales.
NACIONAL / ESTADOS


Mientras algunos aspirantes a la Suprema Corte de Justicia de la Nación se mantienen en circuitos cerrados de élite, Arístides Guerrero ha optado por recorrer el verdadero corazón de México: sus trabajadoras y trabajadores. Esta semana, su presencia en Matamoros, Tamaulipas, fue mucho más que una gira de campaña; fue un acto de congruencia con la nueva etapa que vive el Poder Judicial, más cercana al pueblo y a sus causas reales.
En una ciudad donde el 65% de la economía depende de la industria maquiladora, Guerrero no se conformó con discursos. Acudió directamente a los parques industriales, escuchó las preocupaciones de quienes todos los días sostienen más de 88 mil empleos, y se comprometió, de frente, a defender derechos laborales fundamentales como la desconexión digital, establecido en el artículo 330-E de la Ley Federal del Trabajo, pero aún pendiente de materializarse plenamente.
Su paso por el Mercado "Joaquín Amaro" también dejó huella. Ahí, en medio de los puestos, entre conversaciones sinceras y sonrisas francas, Guerrero 48 logró conectar con decenas de mujeres que diariamente levantan sus hogares con esfuerzo y dignidad. Mujeres que saben que la justicia no puede seguir siendo privilegio de unos cuantos, y que hoy ven en Arístides a un futuro ministro que entiende de primera mano las brechas de desigualdad que urge cerrar.
El reconocimiento no tardó en llegar. Durante su visita, más de 20 medios de comunicación locales, incluido el histórico periódico El Mañana de Reynosa, buscaron la palabra de quien ya se perfila como un ministro joven, sensible y preparado para construir una justicia a la altura de los desafíos de nuestro tiempo.
Arístides Guerrero demuestra que ser ministro no es, ni debe ser, sinónimo de lejanía ni de solemnidad vacía. En cada diálogo, en cada recorrido, reafirma que la justicia de la Cuarta Transformación será, por fin, una justicia para todas y todos. Una justicia que escucha, que comprende y que actúa.