Arístides Guerrero, el ministro que escucha: justicia desde el mar hasta el mercado

Un aspirante a la Corte que camina, escucha y actúa. Arístides Guerrero no vino a prometer desde el escritorio, sino a comprometerse desde el territorio.

NACIONAL / ESTADOSMUNICIPIOS

Redacción

4/4/20251 min read

Villahermosa, Tabasco | 3 de abril de 2025

En tiempos donde la política suele encerrarse entre muros de mármol y lenguaje técnico, Arístides Guerrero está haciendo justo lo contrario: abrir puertas, caminar con la gente y hablar en el idioma del pueblo. Ayer, desde las costas de Barra de San Pedro hasta los pasillos del Mercado Pino Suárez, el candidato número 48 para la Suprema Corte de Justicia demostró que otro perfil de ministro es posible: uno que escuche, entienda y defienda.

En su encuentro con pescadores, Arístides no solo se llevó peticiones, sino una radiografía completa de un México que muchos prefieren ignorar. Porque hablar de justicia también es hablar de quienes trabajan con las manos en el agua y el alma en la incertidumbre. Por eso su compromiso fue claro: proteger los derechos de estas comunidades, asegurarles salud y educación, y evitar que los jóvenes tengan que abandonar sus estudios por falta de oportunidades. No es caridad: es justicia.

Pero su visión va más allá. En el mercado Pino Suárez, Guerrero presentó su programa “Sembrando Justicia”, una iniciativa que busca acercar la Corte a la vida cotidiana. Porque la justicia no debe ser un privilegio de élites, sino un derecho vivo, visible y cercano. Con sesiones itinerantes y campañas en espacios públicos, Arístides quiere que el Poder Judicial salga de su burbuja y mire de frente a la gente.

Tabasco, un estado que produce riqueza desde el mar, también produce esperanza cuando encuentra a líderes que lo entienden. Arístides Guerrero no es un aspirante más: es un jurista con vocación social, un puente entre la ley y la realidad.

Hoy más que nunca, necesitamos ministros que no solo citen artículos, sino que escuchen testimonios. Que no solo interpreten la ley, sino que la vivan con sensibilidad y compromiso. Arístides representa eso: una nueva generación de justicia, con rostro humano y corazón colectivo