Cancún, ejemplo de cómo el PVEM busca inflar su peso dentro de la 4T.

En días recientes circula en redes sociales una encuesta en la que los aspirantes del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) aparecen por encima de perfiles de Morena en la carrera por la candidatura a la alcaldía de Benito Juárez (Cancún). Una encuesta que, casualmente, proyecta la figura de Pablo Bustamante.

MUNICIPIOS

Redacción

9/24/20252 min read

Cancún, Q. Roo.— En días recientes circula en redes sociales una encuesta en la que los aspirantes del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) aparecen por encima de perfiles de Morena en la carrera por la candidatura a la alcaldía de Benito Juárez (Cancún). Una encuesta que, casualmente, proyecta la figura de Pablo Bustamante.

Lo que está claro

  • La encuesta no incluye a los perfiles morenistas con mayor competitividad.

  • El beneficio es exclusivo para el PVEM.

  • El resultado genera la percepción de que el Verde tiene mayor fuerza que Morena dentro de la 4T en Cancún.

El problema no es la competencia, sino la manera en que se busca imponer una narrativa inflada que no refleja el peso real de cada partido. Morena, voto por voto, sigue siendo la columna vertebral de la 4T, mientras que el Verde ocupa un lugar complementario.

Cancún, un botón de muestra

Lo que ocurre en Benito Juárez no es un hecho aislado. A nivel nacional, el PVEM ha mostrado actitudes que sugieren más interés en acrecentar su cuota de poder que en consolidar el proyecto transformador.

Ahí están las declaraciones del senador Luis Armando Melgar Bravo, quien no solo ha arremetido contra figuras de Morena, llamándolos “ratas”, sino que además ha insistido en adelantar candidaturas propias. No parece la voz de un aliado comprometido con la transformación, sino la de un partido que mide su permanencia en función del reparto de espacios.

Y aunque no hay evidencia pública de quién paga estas encuestas, el hecho de que beneficien exclusivamente al PVEM sugiere que el partido o sus cuadros están detrás de ellas. Y si no es el partido en sí, sigue siendo su responsabilidad permitir que sus cuadros jueguen con prácticas que dividen al movimiento.

Lo que preocupa

  • Este tipo de maniobras confunden a la militancia y generan división en la 4T.

  • Ponen por delante la lógica del “pastel político” en lugar del compromiso con la transformación, una práctica muy prianista.

  • Exhiben la voracidad de un partido que, como se ha señalado dentro de Morena en distintas ocasiones, ya recibe mucho más de lo que aporta.

Cancún es apenas una muestra de una práctica que amenaza con repetirse: encuestas a modo que inflan al PVEM y buscan reposicionarlo como si fuera el motor de la 4T, cuando todos saben que la verdadera fuerza está en el obradorismo.

La exigencia

No se trata de romper alianzas, sino de poner las cosas en claro. Morena es el aliado mayor, con el respaldo popular y el liderazgo del obradorismo. Al PVEM, como aliado menor, le corresponde actuar con respeto y responsabilidad dentro de la coalición.

Las alianzas se construyen desde la lealtad y el compromiso con la transformación, no desde la extorsión ni desde narrativas infladas que intentan confundir al pueblo.