Cuando Dos Mujeres Gobiernan: Humanismo y Gratuidad para la Sierra Tarahumara

En un país donde muchas veces la educación ha estado marcada por desigualdades, hoy la Sierra Tarahumara es testigo de un acto verdaderamente transformador: dos mujeres con responsabilidad histórica han decidido mirar más allá de las siglas que representan, para poner en el centro lo que realmente importa: la dignidad de los jóvenes.

L@S COLUMNISTAS

Carlos Servando Chávez

7/16/20251 min read

En un país donde muchas veces la educación ha estado marcada por desigualdades, hoy la Sierra Tarahumara es testigo de un acto verdaderamente transformador: dos mujeres con responsabilidad histórica han decidido mirar más allá de las siglas que representan, para poner en el centro lo que realmente importa: la dignidad de los jóvenes.

La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y la Gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, representan visiones políticas distintas, pero comparten algo mucho más poderoso: un profundo compromiso con las comunidades que por años esperaron una oportunidad real. En Guachochi, corazón de la Sierra Tarahumara, sus decisiones están cambiando la vida de cientos de estudiantes que antes debían elegir entre estudiar o sostener a sus familias.

Gracias a esta visión conjunta y humana, hoy la Universidad Tecnológica de la Tarahumara es ejemplo nacional de gratuidad y dignidad educativa. Aquí, no se cobra ficha para ingresar ni título para egresar. Porque la pobreza no debe ser barrera y la educación no debe tener precio. Este modelo rompe inercias, transforma vidas y pone a los jóvenes indígenas y mestizos al centro del desarrollo regional.

Lo que ocurre en la Sierra no es menor: se está construyendo un modelo educativo con rostro humano. Un modelo donde el humanismo no es discurso, sino política pública. Donde la interculturalidad no es adorno, sino eje rector. Y donde el respeto a las comunidades originarias se traduce en hechos concretos: enseñanza de la lengua materna, tecnologías aplicadas al campo, aulas equipadas, y acceso libre y gratuito a una educación de calidad.

Cuando dos mujeres gobiernan con visión y compromiso, y deciden unir esfuerzos más allá de colores, las brechas se cierran, las oportunidades nacen y la esperanza florece en los rincones más altos de México.

Desde Guachochi, hoy lo decimos con firmeza: la educación gratuita y digna no es un sueño, es una realidad que se construye con liderazgo femenino y visión de justicia social.