Diferencias entre la política pública entre Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo.
Las políticas públicas agropecuarias son cruciales para el desarrollo económico, social y ambiental de un país como México, donde la agricultura y la ganadería representan no solo una fuente de ingresos, sino también una forma de vida para millones de personas.
L@S COLUMNISTAS


Las políticas públicas agropecuarias son cruciales para el desarrollo económico, social y ambiental de un país como México, donde la agricultura y la ganadería representan no solo una fuente de ingresos, sino también una forma de vida para millones de personas. Desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a la presidencia en diciembre de 2018, se han implementado políticas que buscan transformar el campo mexicano. En paralelo, Claudia Sheinbaum Pardo, como jefa de Gobierno de la Ciudad de México desde el mismo año, ha desarrollado un enfoque diferente, adaptado a las particularidades de un entorno urbano donde la agricultura enfrenta desafíos únicos. Este artículo se propone explorar en profundidad las diferencias entre sus políticas agropecuarias, analizando los contextos, enfoques y resultados de sus respectivas gestiones.
La llegada de AMLO al poder marcó un cambio significativo en la política agrícola de México, que tradicionalmente había estado influenciada por intereses económicos y corporativos. Su administración se ha caracterizado por un enfoque en la justicia social y la reducción de la desigualdad, con un énfasis particular en la soberanía alimentaria. Los pequeños y medianos productores han sido el objetivo principal de sus políticas, buscando fortalecer su capacidad productiva y mejorar sus condiciones de vida.
Por otro lado, Claudia Sheinbaum, como jefa de Gobierno de una de las metrópolis más grandes del mundo, ha tenido que enfrentar realidades muy diferentes. La Ciudad de México, con su alta densidad poblacional y la escasez de espacios rurales, presenta retos únicos en términos de seguridad alimentaria. Su enfoque ha estado más alineado con la agricultura urbana, la sostenibilidad y la mitigación del cambio climático, buscando integrar la producción agrícola en un entorno urbano que requiere soluciones innovadoras.
Soberanía Alimentaria: Un Pilar Distinto.
La soberanía alimentaria es un concepto fundamental en la política de AMLO. Su administración ha implementado programas como "Sembrando Vida", que busca no solo aumentar la producción agrícola, sino también restaurar ecosistemas y proporcionar empleo a comunidades rurales. Este programa ha destinado recursos significativos a la reforestación y a la producción de cultivos, con un enfoque en el fortalecimiento de la economía local.
Contrariamente, Claudia Sheinbaum ha centrado su atención en la producción de alimentos a nivel urbano. La iniciativa "Huertos Urbanos" busca fomentar la agricultura en espacios reducidos y promover la autosuficiencia alimentaria en la ciudad. Este enfoque no solo responde a la necesidad de abastecimiento, sino que también busca recuperar espacios públicos y fomentar la cohesión social a través de la agricultura comunitaria.
Apoyo a Productores Locales: Diferencias en Estrategias
AMLO ha desarrollado una serie de políticas que buscan garantizar precios de garantía para los productos agrícolas, asegurando que los agricultores reciban una remuneración justa por sus cosechas. Este enfoque es un intento de revertir décadas de abandono a los pequeños productores, que a menudo se han visto obligados a vender a precios muy bajos debido a la competencia desleal con productos importados.
En el caso de Sheinbaum, el apoyo a los productores locales se manifiesta de manera diferente. Su administración ha impulsado la creación de mercados de trueque y ha promovido la venta directa de productos agrícolas en la ciudad. Estas iniciativas no solo buscan fortalecer la economía local, sino también reducir la huella de carbono asociada al transporte de alimentos y fomentar el consumo de productos frescos y saludables.
Enfoque en la Sostenibilidad y el Cambio Climático.
Uno de los aspectos más debatidos de la administración de AMLO es su enfoque hacia el desarrollo sostenible. Aunque ha promovido la reforestación y la agricultura sustentable, su gobierno ha enfrentado críticas por priorizar proyectos de infraestructura que pueden tener un impacto ambiental negativo, como el Tren Maya. Este dilema entre desarrollo económico y conservación ambiental ha sido un tema central en su política agropecuaria.
Por otro lado, Claudia Sheinbaum ha hecho de la sostenibilidad un eje fundamental de su gobierno. Su administración ha implementado políticas para mitigar el cambio climático y reducir la contaminación en la ciudad. Esto incluye la promoción de la agricultura urbana sostenible, donde la producción de alimentos se integra en un marco más amplio de políticas ambientales. La creación de espacios verdes y la implementación de tecnologías sostenibles son ejemplos de cómo su administración busca enfrentar los desafíos ambientales en un contexto urbano.
Innovación y Tecnología en el Agro.
La innovación tecnológica ha sido un componente clave en las políticas agropecuarias de ambas administraciones, aunque de maneras diferentes. AMLO ha promovido el uso de tecnologías que faciliten la producción agrícola y la gestión de recursos, impulsando programas que integren prácticas agroecológicas y el uso de insumos sostenibles.
En el caso de Sheinbaum, la innovación se ha traducido en la implementación de tecnologías que permitan la agricultura urbana eficiente, como sistemas de riego automatizados y técnicas de cultivo vertical. Estas iniciativas buscan maximizar la producción en espacios reducidos y mejorar la calidad de los productos agrícolas en la ciudad.
Inclusión Social y Género en las Políticas Agropecuarias.
La inclusión social es un elemento central en la política de AMLO. Su gobierno ha buscado empoderar a las comunidades indígenas y a las mujeres en el sector agropecuario, promoviendo su participación en la toma de decisiones y el acceso a recursos. Programas específicos han sido diseñados para apoyar a las mujeres agricultoras, reconociendo su papel fundamental en la producción de alimentos.
Por su parte, Claudia Sheinbaum ha incorporado la perspectiva de género en sus políticas de agricultura urbana, promoviendo la participación de mujeres en huertos comunitarios y proyectos de producción alimentaria. Estas iniciativas no solo buscan mejorar la seguridad alimentaria, sino también empoderar a las mujeres y fomentar su participación en la economía local.
Desafíos y Oportunidades: Mirando Hacia el Futuro.
Ambas administraciones enfrentan desafíos significativos en sus respectivas políticas agropecuarias. Para AMLO, la dificultad radica en equilibrar el crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental y enfrentar la resistencia de sectores que se benefician de modelos agroindustriales tradicionales. La dependencia de insumos químicos y la presión por aumentar la producción son factores que pueden comprometer la salud del medio ambiente.
En el caso de Sheinbaum, los retos son diferentes. La urbanización acelerada y la escasez de espacios para la agricultura presentan obstáculos significativos. Sin embargo, también existen oportunidades. La colaboración entre el gobierno federal y el local puede fortalecer las políticas agropecuarias, integrando enfoques que aborden la producción y distribución de alimentos de manera más efectiva.
Las políticas públicas agropecuarias de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum reflejan enfoques distintos que responden a contextos específicos. Mientras que AMLO se centra en la soberanía alimentaria y el apoyo a productores locales en un marco rural, Sheinbaum adapta sus estrategias a la realidad urbana de la Ciudad de México, promoviendo la agricultura urbana y la sostenibilidad.
Ambas visiones son vitales para el futuro del agro en México, y su éxito dependerá de la colaboración entre distintas instancias de gobierno, así como de la participación activa de las comunidades en la construcción de un sistema alimentario más justo y sostenible. En un mundo donde los desafíos climáticos y sociales son cada vez más apremiantes, las políticas agropecuarias deben evolucionar y adaptarse para garantizar un futuro próspero para todos los mexicanos.
Propuestas para el Futuro.
Para avanzar hacia un futuro más sostenible y equitativo en el sector agropecuario, es esencial que ambas administraciones consideren las siguientes propuestas:
Fomentar la Investigación y Desarrollo: Aumentar la inversión en investigación agrícola que promueva prácticas sostenibles y resilientes al clima.
Fortalecer la Capacitación de Productores: Implementar programas de capacitación para pequeños y medianos productores, enfocándose en técnicas de cultivo sostenibles y el uso eficiente de recursos.
Promover la Agricultura Familiar: Desarrollar políticas que apoyen la agricultura familiar, reconociendo su importancia en la seguridad alimentaria y el desarrollo rural.
Impulsar Alianzas PúblicoPrivadas: Fomentar la colaboración entre el gobierno, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil para fortalecer la cadena de valor agropecuaria.
Integrar la Perspectiva de Género: Continuar promoviendo la inclusión de mujeres en el sector agropecuario, asegurando su acceso a recursos y oportunidades.
En conclusión, el camino hacia un sector agropecuario más justo y sostenible en México requiere un enfoque integral que considere las necesidades y realidades de los diversos contextos en los que se desarrolla la agricultura. La colaboración entre diferentes niveles de gobierno, la participación activa de las comunidades y un compromiso firme con la sostenibilidad serán claves para lograr este objetivo.