Durango 2025: La ciudadanía exige renovación.
Las recientes elecciones municipales en Durango, han evidenciado el notable proceso de cambio que existe entre las ya conocidas y tradicionales estructura de poder, y la necesidad que tiene la ciudadanía de una fase de renovación, que les permita transformar su desencanto con la actual representación política estatal.
L@S COLUMNISTASNACIONAL / ESTADOS


Las recientes elecciones municipales en Durango han evidenciado el notable proceso de cambio que existe entre las ya conocidas y tradicionales estructuras de poder y la necesidad que tiene la ciudadanía de una fase de renovación que les permita transformar su desencanto con la actual representación política estatal.
Los resultados son el reflejo de un panorama político estatal que siempre ha sido complejo, difícil de alinear a la vida política nacional, reflejando la capacidad de la ciudadanía del voto diferenciado, dejando de lado la posición de las marcas y enfocándose en los perfiles que se consideran nuevos, con trabajo en territorio y/o cercanos al pueblo.
La caída del candidato de Morena, que llegaba como favorito en las encuestas, refleja el cansancio del electorado con figuras muy conocidas; y el triunfo de PRI-PAN responde a un voto útil al no identificarse con el candidato de Morena. MC aumentó en gran medida su votación con candidaturas frescas y, sin lograr grandes triunfos, sentaron las bases de lo que sería un proceso de apertura a nuevas figuras políticas en Durango.
Aunque ha ido emergiendo una nueva generación de jóvenes, el sistema político estatal sigue mostrándose resistente a ceder espacios de verdadero poder y toma de decisiones a la juventud. El relevo generacional en Durango es necesario para el crecimiento y desarrollo democrático local. Las señales del electorado sobre el descontento con el modelo político tradicional deben reflejarse en la apertura a nuevos liderazgos: talentosos, de territorio, preparados y conscientes de la importancia del desarrollo de un Durango próspero, con crecimiento y mejora social.
Durango es un reflejo de los muchos problemas que enfrenta la democracia actual: falta de participación, alternancias sin transformación, fragmentación política y una generación de jóvenes que exigen espacios de representación reales.
Las elecciones de 2024 (asumo que se refiere a las elecciones municipales recientes) evidenciaron la necesidad de cambio y transformación de la vieja política tradicional local. Porque lo que no se renueva, muere.