Eduardo del Mazo, el “colado” incómodo: quiere ser alcalde de BJ sin historia, sin estructura… y sin permiso

Aprovechando el caos de la elección al poder judicial, el empresario sin militancia ni arraigo en Morena busca imponer su nombre en Benito Juárez. ¿Un infiltrado disfrazado de guinda? El repudio interno crece mientras él mueve piezas en las sombras.

José Espíndola

4/3/20252 min read

En Morena ya no saben si reír o enfurecer. Todavía faltan más de dos años para las elecciones intermedias, pero el oportunismo político no espera calendario. Eduardo del Mazo, un empresario sin trayectoria, sin estructura territorial y sin verdadera identidad morenista, ha comenzado una operación soterrada para posicionarse como aspirante a la alcaldía de Benito Juárez. ¿La estrategia? Recargarse en alianzas de ocasión, simulación mediática y una ambición que raya en lo grotesco.

Del Mazo ya había intentado subirse al barco guinda en 2024, pero fue descartado por la dirigencia, que prefirió perfiles con verdadera historia en el movimiento. Leticia Varela se quedó con la candidatura. Él, marginado por falta de trabajo territorial y por no representar nada para la militancia, simplemente desapareció… por un tiempo.

Ahora regresa con ínfulas de grandeza, vendiéndose como cercano a figuras del gabinete federal y capitalino. En redes sociales intenta proyectar una imagen de aliado de Omar García Harfuch, pero dentro del propio partido se burlan: “Harfuch ni lo conoce”, confiesan con sorna. La realidad es que Del Mazo está más ocupado en crear simulacros de cercanía que en construir algo real.

Lo que más irrita en las bases morenistas es su actitud soberbia y calculadora. Mientras la dirigencia llama a concentrarse en la gestión y en cumplir con las promesas de la 4T, él se dedica a tejer alianzas por conveniencia y a atacar a compañeros desde la trinchera cobarde de las redes sociales. Varios cuadros lo acusan de estar detrás de campañas negras, difamaciones y ataques digitales contra perfiles históricos de la Benito Juárez. Un juego sucio para alguien que ni siquiera ha hecho méritos dentro del partido.

Diversas fuentes de Morena consultadas por CírculoPolíticoMX coinciden en algo: Eduardo del Mazo apareció “de la nada”, sin tener respaldo de Clara Brugada, sin aval de la dirigencia nacional, y lo que es peor, sin el respeto de la base. Pretende imponerse como candidato en 2027 sin haber tocado una sola puerta, sin haber sudado una campaña, sin haber pisado territorio con la gente.

¿Hasta cuándo Morena tolerará a estos arribistas que buscan candidaturas como si fueran franquicias? ¿O es que alguien en la cúpula lo está protegiendo en lo oscurito? Porque una cosa es clara: Del Mazo no llegó solo… y no se va a detener fácilmente.

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