El Gobierno de Sheinbaum le gana el pulso a Coca-Cola: Salud del pueblo por encima de los intereses corporativos.
Con este acuerdo, el Gobierno de Claudia Sheinbaum y la mayoría de Morena en el Congreso lograron doblegar a las grandes refresqueras, demostrando que ninguna empresa está por encima del bienestar del pueblo. La reducción de azúcar, el control de la publicidad y la aplicación del IEPS a productos “light” consolidan una política de salud pública con justicia social, alineada con los principios de la Cuarta Transformación: gobernar para la gente, no para las corporaciones.
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El Gobierno de México, encabezado por la Presidenta Claudia Sheinbaum, demostró una vez más que los intereses del pueblo están por encima de las presiones empresariales. Tras semanas de intensas negociaciones, la Cámara de Diputados, con mayoría de Morena, logró un acuerdo histórico que impone el IEPS a bebidas endulzadas con edulcorantes no calóricos, incluyendo las versiones “light” y “zero” de las grandes refresqueras.
El nuevo impuesto, de 1.5 pesos por litro, representa un golpe estratégico a las corporaciones que por años evadieron la regulación bajo la etiqueta de “productos saludables”. La medida busca frenar la epidemia de obesidad y enfermedades metabólicas que afecta a millones de mexicanas y mexicanos, fortaleciendo la política de salud preventiva impulsada por el gobierno de la Cuarta Transformación.
Como parte del acuerdo, Coca-Cola y otras compañías se comprometieron a reducir hasta 30% el contenido de azúcar en sus productos, reformular sus líneas, lanzar presentaciones con menos azúcar y regular su publicidad, especialmente para evitar el impacto en niños y adolescentes.
Durante la conferencia de prensa, el subsecretario de Salud, Mauricio Clark, subrayó que “la crisis sanitaria nos obliga a actuar con responsabilidad, y esta política no busca recaudar más, sino cuidar la salud del pueblo”. Por su parte, el titular de la Secretaría de Salud, David Kershenobich, afirmó que este paso marca “el inicio de una nueva era en la regulación alimentaria, donde la prevención sustituye a la indiferencia”.
El coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, celebró la medida y el liderazgo del Ejecutivo Federal:
“Este acuerdo refleja congruencia. Morena actúa por convicción, no por presión. Lo que se logró con las refresqueras es un ejemplo de que el Gobierno de México protege la salud, no los intereses privados”.
