Fidel, el Che y la memoria histórica en disputa.
Las estatuas de Fidel Castro y Ernesto "Che" Guevara, recientemente retiradas de un parque en la colonia Tabacalera, estaban ahí para recordar un hecho crucial: que, sin la tradición política de asilo en México, un suceso que marcó el siglo XX jamás hubiera ocurrido: la Revolución Cubana.
L@S COLUMNISTAS


Las estatuas de Fidel Castro y Ernesto "Che" Guevara, recientemente retiradas de un parque en la colonia Tabacalera, estaban ahí para recordar un hecho crucial: que, sin la tradición política de asilo en México, un suceso que marcó el siglo XX jamás hubiera ocurrido: la Revolución Cubana.[1]
Fidel Castro llegó a México tras el fallido asalto al Cuartel Moncada en 1953. Ernesto Guevara, quien aún no era “el Che”, arribó tras el golpe de Estado contra Jacobo Árbenz en Guatemala en 1954. Ambos se conocieron en el departamento de María Antonia González, también exiliada, en la colonia Tabacalera. Allí, Fidel convenció al joven médico argentino de unirse a su proyecto revolucionario. Como sabemos, zarparon del puerto de Tuxpan en 1956 a bordo del Granma, y años después triunfarían en Cuba, instaurando un proceso de cambio que, nos guste o no, definió el siglo XX latinoamericano.[2]
El retiro arbitrario del monumento por parte de la alcaldesa de Cuauhtémoc puede interpretarse como una muestra de desconocimiento de la historia de México y de los lazos históricos entre los pueblos de América Latina. Pero también podría tratarse de una estrategia de comunicación política que, si no fue planeada, ha resultado efectiva: ha acaparado la atención mediática y generada controversia. Como suele decirse, en política no hay publicidad mala... A siete días del retiro, el nombre de Alessandra Rojo sigue circulando en los medios.
No hay que perder de vista sus acciones políticas, que parecen apuntar a una estrategia de posicionamiento como posible figura opositora a la izquierda rumbo a 2030. En este contexto, vale la pena recordar que no hace mucho fue reprimido el Multiforo Cultural Alicia durante un concierto del músico vasco Fermín Muguruza. En ese operativo, sin orden judicial, participaron elementos de la policía, la Guardia Nacional y el Ejército. La Jefa de Gobierno, Clara Brugada, se deslindó vía comunicado, pero la sede del Multiforo se encuentra también en la alcaldía Cuauhtémoc. Hasta hoy no se ha esclarecido quién dio la orden, lo que generó indignación y confusión.
Para algunos, el retiro de las estatuas de Fidel y el Che representa una ofensiva de la ultraderecha. Algunos llamado a impulsar un frente antifascista y antimperialista nacional. Sin demeritar esa lectura, considero que caer en la provocación sería jugar el juego que nos tienden: el del enojo, la reacción visceral y, finalmente, la deslegitimación. Ser elocuentes y mantener la serenidad debe ser esencial ante cualquier escenario al que nos quieran llevar desde la Alcaldía Cuauhtémoc o desde otras trincheras del conservadurismo.
[1] Gabriela Cano, “México y el asilo político: una tradición en disputa”, El Colegio de México, 2009.
[2] Jon Lee Anderson, Che Guevara: Una vida revolucionaria, Vintage Español, 1997.