Fuctífero proceso de elección del "Nuevo Poder Judicial"

En los últimos dos meses de este inédito proceso, todas y todos nos hemos adentrado en el conocimiento de lo que era y lo que debe ser el Poder Judicial. Se han escrito miles de textos en redes y medios, los aspirantes han visitado a muchísima gente y la gran mayoríahemos comentado algo al respecto; incluso quienes se oponen han fortalecido el proceso alexpresarse con toda libertad, aunque con pocos argumentos.

NACIONAL / ESTADOS

Jorge Taddei

6/7/20253 min read

En los últimos dos meses de este inédito proceso, todas y todos nos hemos adentrado en el conocimiento de lo que era y lo que debe ser el Poder Judicial. Se han escrito miles de textos en redes y medios, los aspirantes han visitado a muchísima gente y la gran mayoría hemos comentado algo al respecto; incluso quienes se oponen han fortalecido el proceso al expresarse con toda libertad, aunque con pocos argumentos. Al llegar el gobierno de la transformación en 2018, se le dio oportunidad al Poder Judicial de que se adaptara a los nuevos tiempos, aun cuando AMLO, por experiencia propia, sabía que en su mayoría eran corruptos y defendían oscuros intereses.

Pero en cuanto la 4T empezó a dar muestras de que el cambio venía en serio, junto con la búsqueda de justicia para nuestro pueblo, se atrincheraron en el marco normativo del viejo régimen, amparando a cualquiera contra actos del gobierno transformador, liberando a delincuentes y perdonando a evasores fiscales. El colmo fue cuando cuestionaron las reformas de los legisladores e intentaron conformarse como el suprapoder. Entonces AMLO se empeñó en plantear la relevancia de impulsar las reformas necesarias para el desarrollo social y dejar claro que para ello habría que librar el obstáculo que representaba el Poder Judicial. De esa manera, se formula el llamado "Plan C" para que el movimiento pueda realizar las reformas sociales y también que los juzgadores sean electos por el pueblo y ya no por el Senado o la presidenta.

Pasaron meses de conformación de listados, desacuerdos y consensos, con altibajos en la organización de las elecciones, como es común en un proceso inédito. Finalmente, llegaron las fechas y arrancaron las campañas, con acotaciones a las candidaturas, restricciones de todo tipo, y con ello, escenarios muy distintos a los que estábamos acostumbrados. Novedoso proceso, sin duda, pero lo logrado en estos dos meses no es cosa menor: se ha develado, a grandes rasgos, lo que es y representa el Poder Judicial, así como lo que debe ser para que haya una verdadera justicia en nuestro país.

Un reconocimiento a las y los aspirantes que tuvieron acercamiento con la gente, aun cuando algunos se habían opuesto a la reforma, pero poco a poco la hicieron suya. El contacto con la gente los hizo cambiar y, con independencia de sus antecedentes, confiaron en el proceso a la vez que se expusieron ante los electores. Ya no verán igual las cosas y, en caso de ganar, su comportamiento será muy distinto.

De su lado, quienes con antelación se habían manifestado y defendido la reforma, son los que iniciaron los recorridos buscando contactos en muchos lugares de la patria, explicando sus críticas al Poder Judicial y la necesidad de que se realicen cambios verdaderos, como el acceso de las mayorías a la justicia, agilizar tiempos de respuesta, combatir la corrupción, mejores procedimientos, entre otras propuestas encaminadas a lograr dictámenes más justos y expeditos.

Es un buen inicio de esto que luego será lo común, como sucedió con el voto femenino y otros actos de democracia participativa. La derecha, al ver amenazados sus privilegios, solo atinó a la descalificación y exhibió su antidemocracia con el llamado a no votar. El deleznable papel de las televisoras merece señalamiento aparte, pues ya se han descarado contra las normas vigentes y demuestran que no merecen la concesión pública que usufructúan.

Llevar a cabo una votación con tantas candidaturas y tantos puestos a definir, sería muy lenta y complicada si no se tiene elaborada una lista previa, o los números, de a quienes has seleccionado apoyar. Se vale que algunos recomienden por quién optar (las llamadas "acordeones", como se estila para los exámenes escolares) pero el voto se debe realizar con toda la libertad de cada persona votante.

Un muy buen inicio de esta nueva manera de integrar al Poder Judicial que seguramente se irá mejorando en otros procesos.

Esta vez quedémonos con la buena impresión de que la presidenta y el actual Senado impulsaron la reforma que nos permite que seamos un millón, cinco o 10 millones de mexicanos los que elijamos y eso, de cualquier forma, es mucho mejor que si lo hiciera una persona o noventa, como antes.

El éxito de este proceso sienta un precedente invaluable para la consolidación de un verdadero sistema de justicia en México.