JUECES Y MAGISTRADOS CON CARTA DE MAYORÍA

Visualizando el síndrome post-elección del Poder Judicial, después de una jornada electoral que sigue siendo tema de análisis, el sector mediático y político nacional estamos a la expectativa de lo que sigue.

NACIONAL / ESTADOSL@S COLUMNISTAS

Katalyna Méndez

6/15/20253 min read

Visualizando el síndrome post-elección del Poder Judicial, después de una jornada electoral que sigue siendo tema de análisis, el sector mediático y político nacional estamos a la expectativa de lo que sigue.

Entre observaciones, felicitaciones, quejas y sorpresas de los triunfadores, un público a favor y otro en contra, hoy nos detenemos juntos a contemplar la metamorfosis del sistema judicial y con ella el nacimiento de nuevos fenómenos políticos como el de “Los juzgadores electos”.

Muy pocos han sido privilegiados a lo largo de la historia por ese tan añorado y “tacaño” porcentaje de representación que una candidatura política ofrece. Es tan difícil como sacar el número ganador y tan poco probable como cumplir el sueño de convertirnos en “Presidentes de la Nación o en estrellas de rock and roll”, como dice la canción. Así, más o menos, de difícil es convertirse en representante de elección popular.

Entre la unión de factores, escenarios políticos y una pizca de humor del universo, pocos se ven de pronto en el lugar correcto, en el momento correcto y junto a las personas correctas para ser considerados candidateables, y aun habiendo llegado hasta allí, percibirse listos para garantizar capacidad, habilidad y talento para encabezar proyectos reales de cambio social. Como es la naturaleza del ejercicio democrático, en el Congreso de la Unión tan solo 500 diputados representan a los 129.5 millones de mexicanos que habitamos la nación.

Y en Tamaulipas, por poner un ejemplo local, tan solo 36 diputados representan los intereses de los 3.5 millones de tamaulipecos. Y, separando un poco, sin el afán de aludir las candidaturas plurinominales, y mucho menos de presumir, ¡vaya que se siente bonito ser electo! Quienes lo han vivido no me dejarán mentir: pocas veces se habla de cómo recibir tu constancia de mayoría y saberte elegido por miles de personas después de haberte encontrado en la boleta es una de las experiencias más fuertes que alguien podría sentir. Entre el orgullo, la dimensión de la responsabilidad, la incredulidad y el cuestionamiento de tu propia capacidad, logras sentir el peso en los hombros de lo que viene, pero lo más importante: te sabes un Representante Legítimo.

A lo que yo me pregunto: ¿Cómo impactará el nacimiento de esta nueva generación de políticos de la justicia en la transformación del sistema judicial? La pasada reforma al Poder Judicial sentó las bases para ciudadanizar el proceso de selección a través del voto popular —de la que vamos a llamar la primera temporada—, pues quienes tendrán la responsabilidad de verdaderamente ciudadanizar el ejercicio del sistema judicial serán estos nuevos juzgadores electos, a través de la rendición de cuentas, del hacer público su desempeño y sus resultados, y del transparentar el ejercicio del recurso público al pueblo que les eligió. Atentos al inicio de la segunda temporada, una vez más, la participación ciudadana será el personaje principal y la esperanza del éxito de esta tan esperada etapa.

Le tocará demostrar que sigue siendo la principal herramienta de transformación de los sistemas colapsados, y el pueblo, el mejor contralor de las promesas políticas. Como dijo la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde: “Tendremos la Suprema Corte más vigilada del mundo”. El pueblo estará atento al nuevo Poder Judicial como nunca antes, que llega en la coyuntura perfecta para evolucionar desde su columna vertebral.

Ahora, nos tocará trabajar en que las próximas tomas de protesta de los jueces y ministros con constancia de mayoría vengan secundadas de nuevas reformas de informes públicos y rendición de cuentas para quienes tomarán posesión como protagonistas de la justicia de México. Estaremos atentos.