Las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos bajo una segunda presidencia de Donald Trump.
En el escenario hipotético de que Donald Trump gane nuevamente la presidencia de Estados Unidos, las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos podrían experimentar significativos cambios. En su primera administración de Trump se caracterizo por tensiones y desafíos en la relación bilateral, particularmente en temas de comercio, inmigración y seguridad fronteriza.
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Durante su primer mandato, Trump renegoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), resultando en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Aunque el T-MEC ha sido visto como una mejora en algunos aspectos del TLCAN, Trump podría buscar nuevas modificaciones o imponer condiciones más estrictas para asegurar lo que él considera un trato más justo para Estados Unidos. Esto podría generar incertidumbre en las relaciones comerciales y en las empresas que operan en ambos lados de la frontera, esto sería el principal desafío que tendría la nueva presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum ya que a Donald Trump no le agrada la idea de que las empresas Chinas estén relocalizándose cerca de la frontera para poder estar mucho mas cerca del mercado Estadounidense, lo cual afectara la Inversión Extranjera Directa que llegue en México, las principales medidas que tomaría la administración de Donald Trump será la implementación de nuevos aranceles a los productos chinos.
Trump ha sido conocido por su postura firme en contra de la inmigración ilegal. Su administración implementó políticas como la construcción del muro fronterizo y el programa "Remain in Mexico" que requería que los solicitantes de asilo esperaran en México mientras sus casos eran procesados en Estados Unidos. Si Trump vuelve a la Casa Blanca, es probable que se reaviven estas políticas, lo que podría generar tensiones entre los dos países. Además, es posible que se intensifiquen las deportaciones y las medidas de seguridad en la frontera, lo cual afectaría a miles de familias y trabajadores migrantes, según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE, por sus siglas en inglés), durante los cuatro años de la administración de Trump, se llevaron a cabo aproximadamente 935,000 deportaciones, en la cual priorizó la deportación de inmigrantes con antecedentes penales. En 2019, ICE informó que aproximadamente el 86% de las personas deportadas tenían condenas penales o cargos pendientes.
La cooperación en materia de seguridad es un componente clave de la relación bilateral, sin embargo, la administración de Trump mostró insatisfacción con los esfuerzos de México en esta área, sugiriendo incluso la posibilidad de designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. El Partido Republicano de Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, fue el que propuso designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras. Esta idea fue impulsada como una medida para intensificar la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado que operan en la frontera entre México y Estados Unidos. Aunque se discutió ampliamente, la designación formal nunca se llevó a cabo. En esta postura Estados Unidos es país intervencionista que se mete en temas de un país soberano como lo es México.
Las relaciones diplomáticas con Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump sin duda alguna traerán desafíos significativos para el gobierno mexicano, las áreas de comercio, inmigración y seguridad serán puntos clave de tensión, y la retórica política podría complicar aún más la diplomacia. Sin embargo, la necesidad de colaboración y la interdependencia económica seguirán siendo factores cruciales que ambos países deberán manejar con cuidado y pragmatismo.