Mientras Morena gobierna con rumbo, la oposición se hunde en su propio circo político.

Lo ocurrido entre el PRI y Movimiento Ciudadano demuestra que la oposición está atrapada en su propio circo de ambición y ego, sin propuestas ni liderazgo. En contraste, Morena sigue consolidándose como la única fuerza política seria, organizada y cercana al pueblo, que gobierna con principios y resultados. Mientras los partidos del viejo régimen se hunden en el escándalo, la Cuarta Transformación avanza firme, con ética, coherencia y esperanza.

LEGISLADORES

Redacción

10/17/20251 min read

Mientras el país avanza con proyectos concretos, bienestar social y estabilidad bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum y el movimiento de la Cuarta Transformación, la oposición confirma lo que todos ya sabían: no tiene rumbo, ni liderazgo, ni propósito real para México.

El presidente del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, volvió a protagonizar un espectáculo vergonzoso al lanzar ataques contra Movimiento Ciudadano, acusándolos de “ser empleados de Morena”. Pero su intento de mostrarse como líder terminó en un show de gritos, insultos y egos inflados que más parece una telenovela barata que un debate político serio.

Del otro lado, los dirigentes de Movimiento Ciudadano respondieron con discursos huecos y excusas improvisadas, evidenciando que su pelea con el PRI es más una batalla por relevancia mediática que un verdadero contraste de ideas. Entre selfies, frases vacías y desplantes, los partidos de oposición exhiben su mayor debilidad: carecen de proyecto, unidad y visión de país.

Mientras ellos se pelean por migajas, el gobierno de Morena trabaja todos los días por la gente, con resultados tangibles en salud, educación, empleo y seguridad. La diferencia es abismal: mientras unos se atacan entre sí, Morena gobierna con rumbo, firmeza y amor al pueblo.