Modelo de acceso abierto en la producción académica; una perspectiva desde Latinoamérica en la era digital.

La postura crítica de la producción intelectual esta relacionada con el proceso de develar diversas formas de opresión, dominación y exclusión. El gran conflicto de nuestra época: la usurpación de lo común. Referido a lo común en la educación, la producción de conocimientos, la producción biotecnológica, privatizando lo que se considera común a la humanidad.

NACIONAL / ESTADOS

Karlo André Romero Hernández

7/24/20245 min read

La postura crítica de la producción intelectual está relacionada con el proceso de develar diversas formas de opresión, dominación y exclusión. El gran conflicto de nuestra época: la usurpación de lo común.

Referido a lo común en la educación, la producción de conocimientos, la producción biotecnológica, privatizando lo que se considera común a la humanidad.

Conflictos de la era digital.

La circulación del conocimiento y la información en “internet” es uno de los fenómenos más importantes de nuestra era; millones de películas, libros, música, artículos, software e investigaciones escapan del control de la distribución.

La digitalización de la producción cultural permite que ese control pase en gran medida a los usuarios, afectando proporcionalmente a la propiedad intelectual. Sin embargo, por primera vez observamos una circulación que no está orientada por la ganancia, sino más bien a permitir el acceso a la información, el conocimiento y el entretenimiento. (Gainza, 2016, n.e.)

Los derechos de propiedad intelectual, que surgen con la era moderna y son parte fundamental del capitalismo moderno, son cuestionados por la “ética del compartir” de la circulación del conocimiento.

Mercedes Bunz en su "utopía de la copia" (2007, p.18) señala que "el ajuste a un origen, el ajuste a un centro es reemplazado por una progresión sin centro. La lógica de la representación es disuelta por la lógica de la repetición". (Bunz en Gainza, 2016, n.e.)

De esta manera, la estética de la reproductibilidad técnica, es reemplazada por una estética de la repetición; la repetición es duplicación en la que el original se borra cada vez que una copia se duplica.

En este sentido, la repetición, como elemento de creación, producción y circulación de información y conocimientos, constituye una característica de una estética que deriva en prácticas políticas. (Gainza, 2016, n.e.)

Esta estética de la repetición elimina, o al menos corroe, la acumulación del capital. Subsecuente, la propiedad capitalista es subvertida en internet, y es ahí donde Bunz identifica su potencial utópico: “la duplicación altera la acumulación”. (Gainza, 2016, n.e.)

En consecuencia, la búsqueda de la eliminación de las barreras de acceso al conocimiento e información se vincula con la práctica de repetición viral propiciada por la digitalización.

En la actualidad el conflicto por la apropiación de lo común se hace patente en los intentos de control y medidas desesperadas por parte de industrias culturales, de software, farmacéuticas, genéticas, y también, el mundo académico, sector en el que se ha desarrollado una industria del paper, principalmente en la forma de revistas académicas en que se debe pagar por el acceso a los artículos. (Bunz, 2016, n.e.)

Un claro ejemplo de este conflicto en el ámbito académico es el caso de Aaron Swartz, hacker y activista por el acceso al libre conocimiento.

Su caso se hizo conocido por una acusación judicial por intentar liberar artículos académicos contenidos en JSTOR (2) a través de la red del MIT (Massachusetts Institute of Technology) con el objetivo de ponerlos a disposición de los lectores, utilizando redes P2P. (Gainza, 2016, n.e.)

El MIT y JSTOR interpusieron cargos en su contra, no solo por bajar 4,8 millones de archivos, entre artículos, reseñas y otros documentos, sino que por compartirlos en otros sitios de descargas. (Gainza, 2016, n.e.)

Realmente el problema no era que Swartz hubiera bajado los documentos, ya que era estudiante de Harvard y por lo tanto tenía acceso legal a JSTOR, sino que él hubiera compartido esos archivos.

El modelo de acceso abierto.

Nos enfrentamos a un círculo vicioso que privatiza el conocimiento producido en nuestros países y a una forma de dependencia que comercializa nuestros recursos intelectuales e instala barreras de acceso a los conocimientos generados por nosotros.

Otro aspecto relevante vinculado a la discusión sobre el acceso libre es el copyright. Este sistema de propiedad intelectual limita de varias formas la circulación del conocimiento, porque no permite la distribución ni la reproducción.

A pesar de que el copyright surgió como un sistema que buscaba proteger a los autores en los ámbitos económicos y morales, hoy en día no son siquiera los autores quienes reclaman ese derecho, sino que, como en el caso extremo de conglomerados editoriales como Elsevier o Taylor and Francis, son más bien las industrias quienes los ejercen y es su principal fuente de ganancias. (Gainza, 2016, n.e.)

¿Qué oportunidades presenta lo digital para mejorar la circulación y acceso al conocimiento?

La producción de artículos académicos se ha transformado en un indicador eficiente de la productividad intelectual de las instituciones y los profesionales.

Mientras más papers tenga publicados un académico o institución universitaria, mayor prestigio se obtiene y, en el caso de las universidades, esto aumenta su posición en los rankings.

Así, gran parte de la practica académica se encuentra asociada, y amarrada a una institucionalidad que restringe la amplia difusión de los saberes.

Foucault señala en ¿Que es un autor? (2010) que la noción de autor corresponde a un momento de individualización en la historia de las ideas, conocimientos, literatura, ciencias, entre otros, que se enlaza con el proceso de instauración de derechos de propiedad dentro del proyecto moderno de exaltación del individuo.

Para Foucault, el autor no es necesariamente el propietario de los textos que escribe, sino que la obra cobra vida independiente más allá de las reglas que este inicialmente le imponga.

Los académicos se encuentran inmersos en una forma de generación de ideas, teorías, publicación y diseminación del conocimiento que busca hacer una contribución autoritaria, contundente y magistral (Gainza, 2016, n.e.)

Considero importante reforzar el modelo de circulación del conocimiento.

El modelo de acceso abierto, como creative commons, parece ser una buena alternativa, ya que permite publicar sin ceder los derechos intelectuales a las editoriales. (Gainza, 2016, n.e.)

Por otro lado, permite que más personas puedan acceder al conocimiento, ya que para que un artículo sea de acceso abierto se deben respetar ciertas garantías mínimas, como la reproducción y difusión. (Gainza, 2016, n.e.)

Sin embargo, también se podría decir que, si bien esta forma de distribución del conocimiento representa una diferencia con el modelo tradicional, no tiene necesariamente nada inherentemente emancipatorio o radical. (Gainza, 2016, n.e.)

Es una nueva forma de regular la circulación de saberes en la era digital, pero no representa un cuestionamiento de las formas de producción del conocimiento asociadas a la autoría moderna. (Gainza, 2016, n.e.)

Sin embargo, debemos reconocer las semillas de transgresión que el modelo representa y enfocarnos en prácticas de apertura hacia otros modelos de distribución basados en el compartir y no en la limitación del acceso al conocimiento. (Gainza, 2016, n.e.)