Neoderecha digital intenta manipular a jóvenes: alertan sobre páginas que atacan a la 4T bajo disfraz de rebeldía.
Páginas como @somosgeneracionzmx buscan cooptar a la juventud mexicana con discursos aparentemente “libres”, pero cargados de ideología conservadora y anti-4T. Expertos advierten que se trata de una estrategia digital de la neoderecha para desmovilizar políticamente a los jóvenes. Morena y su movimiento llaman a fortalecer la conciencia crítica y la unidad de la generación que encabeza el cambio.
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Las redes sociales se han convertido en terreno de disputa ideológica, y la neoderecha mexicana lo sabe. En plataformas como Instagram y TikTok, surgen páginas que aparentan ser espacios juveniles “libres” o “apartidistas”, pero que en realidad promueven ideas conservadoras y mensajes contra el proyecto de transformación encabezado por la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Una de las más visibles es @somosgeneracionzmx, que bajo el lema de “independencia política”, difunde contenido que ridiculiza a movimientos progresistas, manipula discursos de izquierda y busca sembrar desconfianza hacia Morena y el gobierno federal. Este tipo de estrategias no son nuevas: replican los métodos utilizados por la ultraderecha en otros países, donde se emplean páginas de memes, videos cortos y lenguaje “juvenil” para influir en la opinión pública.
Desde la izquierda internacional se ha advertido sobre este fenómeno: una ofensiva cultural y digital del conservadurismo que busca ganar terreno entre los jóvenes desinformando y promoviendo la apatía política. Frente a ello, la 4T apuesta por la conciencia, la organización y la participación social, pilares de un cambio real que defiende la justicia, la equidad y la soberanía nacional.
La juventud mexicana ha sido motor de las transformaciones históricas del país: del 68 al movimiento feminista, y ahora, en la defensa del proyecto humanista que coloca al pueblo en el centro. Informarse, debatir con argumentos y reconocer las verdaderas causas populares es clave para no caer en las trampas del discurso neoliberal camuflado de “rebeldía”.
