Polémica mundial: Casa Blanca usa muñeco Labubu en campaña contra migrantes y desata indignación.
La Casa Blanca desató una fuerte polémica al difundir en redes sociales una ilustración del muñeco coleccionable Labubu en versión “Deported Edition”, representando a un migrante esposado. La imagen hacía referencia al guatemalteco Cristian Soto Galeano, detenido por ICE en Nueva Orleans, y fue replicada por la propia agencia con mensajes irónicos. La estrategia, parte de la campaña digital de Donald Trump, fue duramente criticada en redes por banalizar el sufrimiento de los migrantes y normalizar discursos de odio mediante cultura pop.
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La Casa Blanca volvió a estar en el centro de la controversia tras difundir en redes sociales una ilustración del popular muñeco coleccionable Labubu, pero en una versión llamada “Deported Edition”, donde aparece esposado y con referencias a un migrante detenido.
La publicación, que apareció en las cuentas oficiales de la Casa Blanca en X e Instagram, fue acompañada de la leyenda: “Depredador sexual arrestado por ICE” y la frase “WTF. Tal vez los Labubus son demoníacos”.
📌 De la ternura al escándalo: el Labubu “deportado”
Según el comunicado oficial, la caricatura hacía alusión al caso de Cristian Soto Galeano, ciudadano guatemalteco con enanismo, detenido en Nueva Orleans y con antecedentes por conducta indebida. El ICE incluso replicó la ilustración, rematando con un mensaje irónico: “Estamos listos para afrontar cualquier reto, grande o pequeño”.
📲 Estrategia digital de Trump: memes y propaganda
La polémica forma parte de la estrategia comunicacional de Donald Trump, quien ha apostado por memes, ilustraciones y recursos de inteligencia artificial para reforzar su discurso antiinmigrante en plena campaña. Analistas señalan que esta táctica busca conectar con el consumo cultural de redes sociales, aunque a costa de banalizar problemáticas humanas.
🌐 Indignación en redes sociales
Las reacciones no tardaron en llegar: usuarios calificaron la publicación de “inhumana”, “burda propaganda” y “normalización del odio”. Otros criticaron el uso de Labubu —un personaje normalmente asociado con ternura y coleccionismo— como un símbolo para ridiculizar la situación de los migrantes.
Para muchos, este episodio refleja cómo la Casa Blanca intenta usar la cultura pop como arma política, pero el efecto fue el contrario: desató indignación global y abrió un nuevo debate sobre los límites de la comunicación oficial.