Tecnofeudalismo: Metamorfosis del Estado-Nación al Corporativismo
La premisa atomista liberal de un ser humano libre y autónomo de Zubofff, reduccionista, globalizada y sesgada, permite postular la critica de que lo social no versa más que sobre un conjunto de individuos soberanos vinculados cuando así lo deciden ellos.
EMPRESARIAL


La premisa atomista liberal de un ser humano libre y autónomo de Zubofff, reduccionista, globalizada y sesgada, permite postular la critica de que lo social no versa más que sobre un conjunto de individuos soberanos vinculados cuando así lo deciden ellos. (Lordon en Durand, 2020, pág 1)
De este modo, permítansenos especificar que la globalización y la generación que acompaña al proceso, han fusionado la vida virtual con la vida real. Entiéndase que no existe un colectivo humano que no se construya sin proyectar sobre sus miembros producciones simbólicas de todo tipo (Big Data). (Harris, 2022, n.e.)
La tesis del tecnofeudalismo postula que el capitalismo del siglo XXI es reemplazado por un nuevo sistema económico supervisado por grandes tecnologías coloniales. (Harris, 2022, n.e.)
De este modo, la empresa argumenta que los “capitalistas” no reinvierten sus ganancias para desarrollar nuevas capacidades de expansión productiva o de eficiencia laboral – de acuerdo con la teoría tradicional de acumulación-, la reinterpretación postula una proporción reducida del crecimiento y la acumulación que presenta una posición de monopolio y plataformas de vigilancia (social media). (Harris, 2022, n.e.)
En ese sentido, el sistema tecnofeudal utiliza la extracción de datos sofisticada para la supervisión, control y regulación de los trabajadores, habiéndose vuelto indispensables para el control de la información. (Harris, 2022, n.e.)
Paralelamente, las plataformas de vigilancia (social media) buscan reinterpretarse no como medio subjetivo sino como infraestructura digital. De este modo, surge la nueva era del capitalismo de vigilancia y el término de la concepción del Estado-Nación y del poder soberano. (Harris, 2022, n.e.)
Los monopolistas tecnológicos cultivan usuarios para obtener datos, que refinan y utilizan para mantener su posición a través de un “excedente de comportamiento”, de modo que los usuarios contribuyen a la construcción de un mejor algoritmo y personalización de búsqueda. Una vez que el excedente fue capitalizado en anuncios personalizados, sugerencias e IA generativa, paralelamente la información de las personas se volvió en una pendiente de rentabilidad, vigilancia y un sistema de explotación invisible. (Harris, 2022, n.e.)
El monopolio tecnológico registra nuestras preferencias, hábitos y elecciones que construye algorítmicamente nuestras elecciones futuras, contribuyendo a una meta-computadora inteligente dictatorial que gobierna subyacente la sociedad y las decisiones más personales de los explotados. Cybernetic control. (Harris, 2022, n.e.)
“La reposición humana a partir de los fracasos y triunfos de afirmar la previsibilidad y ejercitar la voluntad frente a la incertidumbre natural da paso al vacío del cumplimiento perpetuo”. (Zuboff en Harris, 2022, n.e.)
Queda eliminada de la ecuación contrafactuales económicos, surgiendo una nueva arquitectura analista, omnipresente, omnisciente y subyacente. (Durand, 2020, pág. 2)
Subsecuente, las corporaciones tecnológicas han monopolizado el capitalismo tradicional y el libre mercado, condicionado por la constante alimentación de sus usuarios al sistema de predicciones, creando ciber-barones o ciber-feudales. (Durand, 2020, pág. 2)
Una nueva empresa surge: la lucha de clases focalizada al recuperar el control de nuestros datos a través de la regulación. (Durand, 2020, pág. 2)
Resulta menester hablar que las producciones simbólicas que emanan de los individuos, multiplicadas y sistematizadas, the Big Data, produce la metamorfosis del absoluto social, un nuevo movimiento dialectico: estadística de comportamiento. (Durand, 2020, pág. 2)
La Big Data como movimiento vertical de la composición social, es condicionada a la posesión en las corporaciones.
Hemos pues llegado al punto central de la tesis, la cristalización de la Big Data en posesión de corporaciones “que controla, libera y favorece la expansión de la acción invidual “. (Commons en Durand, 2020, pág. 3)
El objetivo de la posesión es la sustitución de las instituciones del Estado- Nación que controlan, liberan y favorecen la expansión de la acción individual por corporaciones que controlan, liberan y favorecen […]. En ese sentido, los datos contienen poder social, reinterpretémosles como recursos cognitivos de la fuerza colectiva. (Durand, 2020, pág. 3)
De este modo, se reinterpreta al contrato social como la adaptación de Big Data a feudos corporativos: Google, Meta, X, Amazon, Microsoft, Huawei, WeChat. El retorno de poder a las instituciones convencionales del Estado-Nación es sustituido por aquellos que poseen la capacidad de organizar al mundo en Big Data. (Durand, 2020, pág. 3)
Veamos entonces a la Big Data como un nuevo medio de producción, un campo de trabajo sembrado y cosechado las veinticuatro horas del día. (Durand, 2020, pág. 4)
La globalización afianzó los dispositivos tecnológicos como medios hegemónicos en la interacción de lo real y lo virtual, inyectó en la sociedad los dispositivos como herramientas hegemónicas para la continuidad de actividades, en el seno de este ecosistema, somos testers de una dominación invisible de infraestructuras invisibles. (Durand, 2020, pág. 5)
La cautividad de la red existe en sus hábitos de navegación, su histórico de búsquedas, sus centros de interés, sus claves de acceso, sus direcciones. (Durand, 2020, pág. 5)
El paso de la arquitectura abierta y horizontal de la web a la estructura en capas jerarquizadas de las plataformas coincide con la acumulación de una excedencia socio-numérica en la “Nube”. La puesta a disposición individualizada e instantánea de estos recursos colectivos conlleva un trastorno de nuestra existencia personal y nuestra vida social. Conectado permanentemente, nuestro ser-cibernético se hace cada vez más denso. (Durand, 2020, pág. 5)