Voces que resuenan: La lucha de la comunidad trans en México
En un país donde la familia es el núcleo de la vida social, las familias trans enfrentan cada día una lucha silenciosa pero poderosa. Estas familias, ya sean de sangre o construidas en la comunidad, tejen sus días con amor y resiliencia, pero también con los desafíos de una sociedad que aún las margina. Visibilizar sus historias no es solo un acto de justicia; es un paso hacia un México más humano e inclusivo.
L@S COLUMNISTASACTIVISMO


En un país donde la familia es el núcleo de la vida social, las familias trans enfrentan cada día una lucha silenciosa pero poderosa. Estas familias, ya sean de sangre o construidas en la comunidad, tejen sus días con amor y resiliencia, pero también con los desafíos de una sociedad que aún las margina. Visibilizar sus historias no es solo un acto de justicia; es un paso hacia un México más humano e inclusivo.
México es el segundo país con más transfeminicidios en el mundo, con al menos 72 mujeres trans asesinadas en 2023, según Transgender Europe. El asesinato de la activista Samantha Gómez Fonseca en la Ciudad de México en 2024 es un doloroso recordatorio de esta realidad. Las familias trans viven con el temor constante de perder a un ser querido, mientras el acoso en las calles y el transporte público es una amenaza diaria. Muchas personas trans enfrentan el rechazo de sus familias de origen, especialmente en comunidades conservadoras. Adolescentes trans son expulsados de sus hogares, enfrentando soledad y vulnerabilidad. Sin embargo, muchas encuentran refugio en familias elegidas, donde colectivos y amistades se convierten en pilares de apoyo.
La discriminación en el mercado laboral empuja a muchas personas trans, especialmente mujeres, al trabajo sexual o a empleos informales, lo que las expone a violencia y explotación. Esta precariedad afecta a las familias, dificultando el acceso a vivienda, educación y salud, y cargándolas con inestabilidad económica y emocional. El acceso a tratamientos de afirmación de género, como hormonación o cirugías, es limitado en el sistema público y prohibitivo en el privado. Además, aunque la Ciudad de México permite desde 2015 cambiar la identidad de género en documentos oficiales sin requisitos patologizantes, en muchos estados los procesos son engorrosos o inexistentes, complicando trámites esenciales. En un país donde el machismo y la transfobia persisten, las familias trans enfrentan prejuicios que van desde miradas despectivas hasta agresiones. Los niños con padres trans o los hermanos de personas trans también sufren bullying, obligando a estas familias a ser un escudo frente a una sociedad que aún las juzga.
Visibilizar a las familias trans es un acto de resistencia y un llamado a la empatía, mostrar las historias de estas familias educa a la sociedad, rompiendo estereotipos y fomentando empatía. Iniciativas como la exposición “Plasticidades Encarnadas” en el Museo Universitario del Chopo, abierta hasta el 28 de septiembre de 2025, son un ejemplo; curada por las artistas trans Rojo Génesis y Sofía Moreno, esta muestra reúne 140 obras que narran cinco décadas de arte y lucha transfemenina, desde la represión de la Guerra Sucia hasta hoy, demostrando que las personas trans son creadoras, no solo víctimas.
La visibilidad pone presión sobre las autoridades para garantizar acceso a la salud, reconocimiento legal y protección contra la violencia es un recordatorio de que México debe cumplir con su compromiso de igualdad para todas las personas. Las familias trans, con identidades como cuinas y vestidas, han creado un legado cultural que merece ser celebrado. “Plasticidades Encarnadas” rescata esta historia, mostrando cómo la calle y la noche se convirtieron en espacios de resistencia y creatividad frente a la adversidad.
Las familias trans son un reflejo de la diversidad y la fuerza de México. Sus días están llenos de amor, risas y sueños, pero también de una lucha incansable por ser reconocidas, visibilizarlas es abrir la puerta a un país donde todas las familias puedan vivir sin miedo.
Un grito de resistencia: Por un país donde el amor y la identidad no tengan barreras.